miércoles, 7 de marzo de 2018

¿Mi vocación profesional se encuentra en mí niñez?

Revisa estas cuatro historias cortas.

Historia #1:

Cuando Valeria tenía tres años, cosía vestidos para sus muñecas con los retazos de tela que le regalaba su madre (costurera). Hoy Valeria (33) diseña modas para boutiques de varias ciudades (1).

Historia #2:

Nelson recuerda que su madre calentaba al sol el agua en una tina para bañarle cuando era pequeño.  Hoy Nelson (40) diseña sistemas de calefacción con energía solar. Él comenta que la anécdota de su niñez le ayudó a descubrir su vocación (1).

Historia #3:

El padre de Miguel y José no tenía con quien dejar a los niños y por eso los llevaba a todas partes con hojas y lápices para que se entretengan. Hoy Miguel y José (28 y 34) son dibujantes profesionales (1).

Historia #4:

Tenía ocho años y mi padre escribía unas pequeñas poesías para que yo las recitara cuando era el día de la madre. Practicaba y luego me extasiaba recitando frente a los invitados con dramatización y todo. Ahí se abrió una senda para encontrar una profesión que me daría la satisfacción de realizar conferencias en Estados Unidos, México, Colombia, Chile y en mi amado Ecuador (2) .

Te dejo con una pregunta y una cita de los creadores de la PNL.
La pregunta es:

¿Qué tienen en común estas cuatro historias?

La cita es:

Siempre estamos a tiempo de tener una infancia feliz 

Bandler-Grinder



Hasta una próxima entrega.
Jasson Hurtado
Asesor en herramientas virtuales y presenciales de capacitación

(1) Adaptaciones de Revista Líderes de Grupo El Comercio. Sección Personajes
(2) Adaptación El Poder Invisible del Amor. Autor Diego Merino Naranjo


viernes, 23 de febrero de 2018

El impacto de mis creencias en la búsqueda de empleo


Definición de creencia
Para la PNL, una creencia es una representación subjetiva de la realidad. La formación de una creencia en una persona se da por una serie de procesos en los que interviene la experiencia visual, auditiva y sensorial; además de otros factores como el entorno, los comportamientos, etc.  En términos más sencillos, una creencia es una representación del mundo, una convicción de cada persona de cómo es o cómo debe ser la vida.

Creencias que movilizan
Las creencias de un individuo sobre sus propias habilidades y los sucesos que le pueden ocurrir son decisivas para crear situaciones o realidades. Si el aspirante a contador está seguro que podrá llevar la contabilidad de una empresa mediana (y además desea hacerlo); movilizará de forma coherente las acciones para conseguir ese cargo.

Creencias que inmovilizan
Las creencias que inmovilizan son aquellas que restringen la acción, que impiden la movilización de energía y recursos. Si se considera que la ocurrencia de un evento es imposible o si se carece del auténtico deseo por que ocurra, no se movilizarán las energías necesarias.

Contradicción entre acciones y creencias: El boicot a la búsqueda laboral
Los estudios sobre las creencias y su impacto en la vida de los seres humanos, están todavía en vías de desarrollo. No obstante los especialistas en Programación Neurolingüística sostienen que hay “creencias núcleo” que a pesar de dar una fuerte directriz de vida, son inconscientes. Para poner un ejemplo extremo, una creencia núcleo del tipo “soy alcohólico” o “soy flaco” pueden tener un poder significativo, no obstante con frecuencia se ignora de forma consciente cómo y cuándo se instaló esa creencia; tampoco se suele disponer de las herramientas para modificarla o evitar que las repercusiones negativas le afecten al portador de esa creencia.  
En ese sentido puede darse el caso en la búsqueda laboral de una persona que busca con intensidad un empleo mediante el envío de hojas de vida o de registro en portales, mas todo ese esfuerzo no tiene éxito porque hay una creencia núcleo que subyace detrás de las acciones y que impide la consecución del resultado.

Descubriendo nuestras creencias núcleo sobre el trabajo
Las “creencias núcleo” dan una forma a la personalidad y la identidad. Veamos unos ejemplos aplicados al trabajo.
Ejemplo 1:
Si Jorge tiene las habilidades para ser chef o inclusive estudios para chef, podemos preguntarle ¿Serías el chef de un hotel?, ¿Te ves cómo uno de ellos?, ¿Te sentirías orgulloso si escuchas a la gente decir: “Ahí está Jorge, el chef del hotel?”
Ejemplo 2:
Si David tiene habilidades de docente, podemos preguntarle ¿Serías profesor en esta universidad?
Nota en los ejemplos 1 y 2 que las habilidades no necesariamente definen la identidad laboral de una persona.

Veamos unos ejemplos de lo que podríamos preguntar a quien aspira a un cargo:

Quieres realmente ser el vendedor…para el puesto al que estás aplicando?
Quieres realmente ser el docente…para el puesto al que estás aplicando?
Quieres realmente ser el ingeniero…para el puesto al que estás aplicando?

Si la respuesta a la pregunta es un auténtico y rotundo “sí”; hemos dado un paso adelante porque el aspirante está dispuesto a asumir la identidad del cargo al que aplica y seguramente sus habilidades coincidirán con esa identidad. Puede darse el caso de que las habilidades no sean suficientes para asumir esa identidad laboral; no obstante la intención de asumirla puede ser tan intensa que el aspirante buscará la forma de desarrollar esas habilidades. (1)

Si la respuesta es "no", entonces hay que valorar cuidadosamente cual es la identidad laboral que el candidato está dispuesto a asumir. Los esfuerzos que se hagan en materia de orientación vocacional y profesional seguramente serán de mucho valor. En este blog continuaremos tratando el tema.

Analicemos esta otra pregunta que puede hacerse el aspirante, a fin de explorar sus creencias:

¿A quién (o a qué) beneficiará tu trabajo?

La respuesta puede ser un motivador o una muralla. Si el aspirante se enfoca en el resultado monetario y “cree” que sola una parte será para él o su familia, pero la otra será para beneficiar a personas o causas desconocidas, o a personas o causas que le desagradan; el bloqueo será probable. El aspirante hará “algo” que entorpezca el proceso de selección. ¿Cuál es la solución?

  ¿Puede ser tan sencilla como dejar de sentir desagrado a ciertas causas o a ciertas personas? 

Si el aspirante cambia el enfoque y lo centra en un sentido de desarrollo personal, misión de servicio personal y misión de servicio a su comunidad laboral; probablemente se eliminen los bloqueos inconscientes y se logre una mejor predisposición para aceptar una determinada propuesta. Por tanto:

"sí; sí es posible dejar de sentir desagrado a ciertas causas o personas". 

Hasta una próxima entrega.
Jasson Hurtado
Asesor en herramientas virtuales y presenciales de capacitación

(1) Biografia de Chris Gardner. Película: En busca de la felicidad




martes, 13 de febrero de 2018

El significado con que mi mente valora el trabajo...¿Afecta mi empleabilidad?



En nuestro modo de pensar inicia nuestro modo de desenvolvernos en el mundo. En este artículo te formularé preguntas para que reconozcas los pensamientos que movilizan o inmovilizan tu accionar en lo relativo al trabajo; esto es: la búsqueda, elección, permanencia, etc. ¿Estás listo(a)? Empecemos con esta pregunta:

¿Qué cosas son las que más valoro del trabajo al que aspiro?

Será necesario que te tomes un tiempo -el que haga falta- para responder a la pregunta planteada y así explores con la mayor profundidad y exactitud posible la respuesta. Así podrás averiguar si los motivadores son internos o externos (1).
Si son internos, son inherentes a tu identidad, a tu forma de ser; y tienen que ver con aquellas actividades que pertenecen a tu vocación y que verdaderamente te gusta hacer.
Si son externos pertenecen a todo aquello que viene de afuera, e incluyen el sueldo, el seguro social, la oficina y todas las prestaciones que te entregará la persona o empresa que te contrata.
Con relación a tu respuesta a la pregunta:

¿Qué cosas son las que más valoro del trabajo al que aspiro?

Es probable que hayas encontrado una combinación de motivadores internos y externos. En este punto, te formulamos otra preguntas:

¿Qué motivadores dan más consistencia y coherencia a mi búsqueda de empleo, 
los internos o los externos?

Para comprender mejor todo lo hasta aquí expuesto colocaremos un ejemplo. Le preguntamos al aspirante a un cargo docente:

¿Qué cosas son las que más valora del trabajo al que usted aspira?

Su respuesta fue:
  1. El prestigio de docente
  2. La autoridad que me da el cargo sobre los alumnos
  3. El salario
  4. El hecho de aprender y compartir lo que aprendo forma parte de mi naturaleza

De las cuatro partes de la respuesta, las tres primeras corresponden a motivadores externos y la última a un motivador interno.
  1. El prestigio de docente (motivador externo)
  2. La autoridad que me da el cargo sobre los alumnos (motivador externo)
  3. El salario (motivador externo)
  4. El hecho de aprender y compartir lo que aprendo forma parte de mi naturaleza (motivador interno)

martes, 30 de enero de 2018

¿Qué impacto tienen mis habilidades en la búsqueda de un trabajo?



En ocasiones, buscamos un empleo y lo hacemos con aparente intensidad y vehemencia; no obstante: ¿Tenemos las habilidades o destrezas críticas para ese puesto?. También podemos preguntarnos ¿Existe relación entre la facilidad o dificultad para encontrar trabajo y nuestras habilidades críticas?
En este artículo vamos a buscar los medios para resolver estas preguntas.

Tipos de habilidades.

Hay dos tipos de habilidades que analizaremos: 1) Las físicas y  las 2) intelectuales. Antes de hacer una reflexión sobre estas habilidades, diremos que en algún punto se funden en una sola pues el cuerpo hace aquello que la mente conoce.

Habilidades físicas

Tienen que ver con la agudeza de los sentidos. Ejemplos:

Sara, revisa los vehículos que salen de lavador y es capaz de ver una mancha de pintura de un milímetro de diámetro sobre la carrocería, cuando hace la inspección final.

El profesor de guitarra de Paul, sin necesidad de estar en la misma sala se da cuenta de la cuerda que está siendo tocada por su alumno y a distancia ordena que se corrija un error si es necesario.

Mauricio, cuando era cajero de un banco podía contar fajos de billetes con una velocidad que superaba en mucho la de una persona promedio.

Diego es capacitador, puede modular la voz en varios tonos dependiendo del tema. 

Habilidades intelectuales

Tienen que ver con la memoria, el estudio y el uso de la mente. Ejemplos:

Zoila, la señora que atiende el micro mercado del barrio, realiza mentalmente la suma de mis compras con mayor velocidad que yo, que fui profesor de cálculo en la universidad.

Guillermo, el administrador de plataformas de educación virtual conoce como colocar en sus sitios un protocolo de seguridad.

Paulo, el abogado especializado en escrituras conoce la ley y la regulación del su distrito.

Como te habrás dado cuenta, hay habilidades clave de las cuales depende la realización de una determinada actividad laboral. Sin esas habilidades, sencillamente no es posible hacer un cierto tipo de trabajo.

Habilidades físico-intelectuales.

Como dijimos antes, hay un punto en las habilidades físicas e intelectuales se conectan porque la mente y el cuerpo trabajan juntos. Un ejemplo palpable de ello puede ser la habilidad de comunicarnos con otro ser humano utilizando gestos (físico) y conocimientos (intelecto).

Esta comunicación entre seres humanos puede ser en varios niveles, hablar sobre ella será motivo de otro post. Por ahora bástenos con decir que para algunos trabajos es decisiva. Para ser coach o facilitador se requieren habilidades excepcionales de comunicación no verbal con el fin de lograr empatía y confianza.

Es el momento de preguntarnos:

¿Mis habilidades son las apropiadas para el cargo que aspiro?

La respuesta puede ser sí o puede ser no. Si es sí; cuentas con las herramientas y esto necesariamente tiene que calzar en el lugar adecuado.
Si la respuesta es no, entonces hay que tomar decisiones y acciones concretas e inmediatas.
Para esto tenemos varias alternativas:
  • Libros
  • Ebooks
  • Video tutoriales web (pagos y gratuitos)
  • Cursos virtuales (pagos y gratuitos)
  • Cursos presenciales
  • Pasantías (remuneradas o no)
Recuerda:

"Quien lee libros de cocina termina siendo chef"
Robert Kiyosaki





lunes, 22 de enero de 2018

¿Mi comportamiento al buscar empleo... es coherente con mi meta?




El núcleo del proceso de búsqueda y obtención de empleo es saber con exactitud qué empleo quiere el candidato y está dispuesto a realizar, con los conocimientos y habilidades que posee.
A partir de este conocimiento exacto, surgen tres preguntas concretas:
  1. ¿Cuántas personas al día se enteran qué estoy buscando ese puesto?
  2. ¿Qué hago al día para saber en donde se necesitan personas para ese puesto?
  3. ¿Qué hago al día para perfeccionar las habilidades y conocimientos clave para ese puesto?

La dificultad en muchos candidatos está principalmente en dudar cuál es el perfil exacto al que desean aplicar, y esto es comprensible porque no siempre las escuelas, colegios y universidades ayudan al estudiante a proyectarse al futuro laboral. No siempre se imparten talleres de orientación vocacional y profesional que permitan establecer en la mente del estudiante con claridad meridiana sus metas de vida y profesionales. Próximamente ofreceremos en este blog un ejercico práctico para encontrar la misión de vida.

Por ahora, bástenos con hacernos las siguentes preguntas, si es que no tenemos claro a qué perfil concreto de empleo aspiramos:

      4. ¿Cuáles son mis habilidades naturales?
      5. ¿Cuáles son las habilidades potenciales qué estoy totalmente dispuesto y de buen agrado a desarrollar.
      6. ¿Cuál es mi misión?

Esta última pregunta no siempre es fácil de contestar, por eso vamos a poner unos ejemplos:
  • La misión de un maestro es enseñar a niños y jóvenes conocimientos prácticos que ayuden a resolver problemas reales.
  • La misión de un cocinero es preparar alimentos saludables y deliciosos que nutran el cuerpo de sus comensales.
  • La misión de un sanador es curar el cuerpo y mente de sus pacientes.
  • La misión de un trovador es cantar, bailar y alegrar a la gente de su ciudad.
  • La misión de un constructor es levantar casas, edificios ya sea para una familia, una escuela, una iglesia; de tal manera que la gente pueda guarecerse. 
Las virtudes como la perseverancia, honradez, puntualidad son desde luego valiosas o valiosísimas; sin embargo no describen la misión personal, por tanto no definen la respuesta a la pregunta:

¿Y para qué trabajo?

Solo la misión puede responder esta pregunta, fíjate con este ejemplo:

P: ¿Y para qué trabajas?
R: Para curar el cuerpo y mente de mis pacientes. (Respuesta del sanador)

Tómate un tiempo para resolver las preguntas de la 1 a la 6 que te propone este blog, mientras sigues en tu búsqueda activa. Si lo haces, se alinearán tus niveles de comportamiento porque la misión rige los comportamientos y habilidades críticos para cumplirla.

Me dará mucho gusto tener noticias de ti.

Saludos fraternos
Jasson Hurtado



miércoles, 17 de enero de 2018

¿Me conviene emplearme en otra ciudad?



La sola vista de una oferta de empleo en otra ciudad, podría generar un rechazo automático en el cerebro de un desempleado. ¿Te ocurre a ti?
El solo hecho de pensar en esa opción podría genera innumerables bloqueos. ¿Dónde voy a vivir?, no conozco a nadie, mi familia no podrá ir, etc, etc.

Las personas somos únicas, irrepetibles, no existen dos seres humanos que sean exactamente iguales, en ese sentido no existe nadie que sea igual a ti. Eres como una llave que busca una cerradura para abrir, y esa cerradura es única en el mundo.
Por alguna razón, es posible que esa cerradura que solo tú puedes abrir no se encuentre en tu ciudad de residencia actual, tal vez se encuentre a unos cuantos kilómetros, desde 60 hasta 600 o más...

Mi cuñado Santiago se inició como cajero en un banco. Hoy es gerente zonal, ha logrado ganar a pulso cada asenso. En dos ocasiones tuvo que cambiar de ciudad, junto con los niños y hasta con el perro. Hoy por hoy a vuelto a su ciudad natal y sigue avanzando en su carrera profesional.

La tecnología de internet puede ayudarnos enormemente a superar barreras de distancia. Hay entrevistas de trabajo que se hacen por skype, sueldos que se negocian por correo electrónico y demostraciones de tu capacidad que se pueden enviar por medios digitales. Todo esto es posible con el solo hecho de decir al ofertante del trabajo: "Vivo en la ciudad A, sin embargo estoy dispuesto a viajar a la ciudad B si llegamos a un acuerdo".

En uno de los cursos de PNL a los que he asistido escuché esta frase:

"Si sigues pensando como has venido pensando
Seguirás haciendo las cosas que has venido haciendo
Si sigues haciendo las cosas que has venido haciendo
Seguirás obteniendo los resultados que has venido teniendo..."

¿Qué opinas?

Un abrazo
Jasson Hurtado

jueves, 11 de enero de 2018

Si estoy desempleado...¿Quiero en verdad encontrar trabajo?




Esta pregunta parece innecesaria para todo aquel que busca incansablemente una oferta que se adapte a su perfil, porque a primera vista la respuesta es un SÍ ROTUNDO; sin embargo es posible que valga la pena dedicar unos minutos a analizarla en profundidad.

Si partimos del supuesto que estamos trabajando en una oficina es evidente que dedicamos una cierta cantidad del tiempo al día para realizar tareas (a veces rutinarias o a veces no rutinarias y desafiantes) en favor del empleador. También partimos del supuesto que habrá alguien llamado jefe que nos exigirá en alta o en muy alta medida una mejora continua de nuestro desempeño.

Cuando estamos desempleados ninguno de estos escenarios ocurre: no hay que dedicar tiempo al día a favor de alguien, no hay tareas rutinarias (que aparentemente cansan) o tareas desafiantes (que aparentemente estresan). Tampoco hay un jefe que (aparentemente) nos va a exigir o incomodar. Quizá en alguna parte de nuestra mente no queremos nada de esto.

Una forma de sacudir todas las telarañas de las apariencias mentales del desempleado es tomar decisiones y, aunque no tengamos el (también aparente trabajo real) nos exijamos a nosotros mismos un horario y actividades de servicio en favor de alguien o algún proyecto, también podemos ponernos algunos parámetros de cumplimiento que la hagan de jefe.  

¿Qué ocurrirá? Seguramente que en menos de lo que te toma leer este post, YA TENGAS TRABAJO. La idea que quiero proponerte es que hagas un espacio físico-temporal-mental que te predisponga DESDE AHORA MISMO al trabajo. Te será más fácil activar toda tu neuro-anatomía para aceptar ese empleo apropiado para ti.

Para finalizar el post de hoy quiero comentarte que Andrés Pérez Ortega, recomienda realizar "trabajos alimenticios" para ganar algo de dinero mientras llega el trabajo que se adapta verdaderamente a tu perfil.

Nos vemos en la ofi.
Un abrazo
Jasson Hurtado