martes, 13 de febrero de 2018

El significado con que mi mente valora el trabajo...¿Afecta mi empleabilidad?



En nuestro modo de pensar inicia nuestro modo de desenvolvernos en el mundo. En este artículo te formularé preguntas para que reconozcas los pensamientos que movilizan o inmovilizan tu accionar en lo relativo al trabajo; esto es: la búsqueda, elección, permanencia, etc. ¿Estás listo(a)? Empecemos con esta pregunta:

¿Qué cosas son las que más valoro del trabajo al que aspiro?

Será necesario que te tomes un tiempo -el que haga falta- para responder a la pregunta planteada y así explores con la mayor profundidad y exactitud posible la respuesta. Así podrás averiguar si los motivadores son internos o externos (1).
Si son internos, son inherentes a tu identidad, a tu forma de ser; y tienen que ver con aquellas actividades que pertenecen a tu vocación y que verdaderamente te gusta hacer.
Si son externos pertenecen a todo aquello que viene de afuera, e incluyen el sueldo, el seguro social, la oficina y todas las prestaciones que te entregará la persona o empresa que te contrata.
Con relación a tu respuesta a la pregunta:

¿Qué cosas son las que más valoro del trabajo al que aspiro?

Es probable que hayas encontrado una combinación de motivadores internos y externos. En este punto, te formulamos otra preguntas:

¿Qué motivadores dan más consistencia y coherencia a mi búsqueda de empleo, 
los internos o los externos?

Para comprender mejor todo lo hasta aquí expuesto colocaremos un ejemplo. Le preguntamos al aspirante a un cargo docente:

¿Qué cosas son las que más valora del trabajo al que usted aspira?

Su respuesta fue:
  1. El prestigio de docente
  2. La autoridad que me da el cargo sobre los alumnos
  3. El salario
  4. El hecho de aprender y compartir lo que aprendo forma parte de mi naturaleza

De las cuatro partes de la respuesta, las tres primeras corresponden a motivadores externos y la última a un motivador interno.
  1. El prestigio de docente (motivador externo)
  2. La autoridad que me da el cargo sobre los alumnos (motivador externo)
  3. El salario (motivador externo)
  4. El hecho de aprender y compartir lo que aprendo forma parte de mi naturaleza (motivador interno)
Notemos que, en el tiempo, pueden ser menos estables los motivadores externos. En el ejemplo propuesto, el establecimiento puede tener una crisis de prestigio, la autoridad del rector se imponga a la autoridad del docente y el salario puede congelarse.
En cambio aquello que forma parte de la naturaleza del docente, es decir aprender y compartir lo que aprendo; no cambiará tan fácilmente.

Antes de completar este artículo, de dejaré una sencilla tarea: Busca una persona (o mejor dos) que tengan trabajos en los que hayan permanecido tres años en adelante y formula a cada una esta pregunta:

¿Qué cosas son las que más valoras en el trabajo que tienes?

Busca en la respuesta si cohabitan o no los motivantes internos y externos o la prevalencia de uno sobre otro. Extrae tus propias conclusiones.

Hasta la próxima entrega
Jasson Hurtado
Gestor de proyectos formativos

(1) Los factores de motivación interno y externo fueron propuestos por F. Herzberg.



  

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